Enfoques didácticos para la enseñanza de la expresión escrita

Es necesario dominar el proceso de composición de textos: saber generar ideas, hacer esquemas, revisar un borrador, corregir, reformular, etc.

Es escritor competente concibe el problema en toda su complejidad, incluye nociones sobre la audacia, la función comunitaria y el contexto, adapta lo escrito a las características de la audiencia, tiene confianza en lo escrito, creen que la revisión es una forma de construir el significado, revisan incansablemente la estructura, el contenido y estan preparados para dedicarse a la composición.

Para dedicarse al proceso de la composición se deben aprender todos los pasos intermedios y las estrategias que deben utilizarse durante el proceso de creación y redacción: una lista de ideas, un esquema, un primer borrador, pasarlo en limpio...

La programación recoge el conjunto de estrategias o habilidades y actitudes respecto a lo escrito.

Cada escritor desarrolla sus propias estrategias de acuerdo con sus habilidades, carácter y personalidad. No podemos enseñar recetas de únicas de escrituras, ni podemos esperar que las mismas técnicas sean válidas y útiles para todos. Se trata de un trabajo individualizado.

El trabajo del profesor consiste en orientar y asesorar el trabajo del alumno. De hecho la clase puede adoptar diversas formas: de manera programada, con tareas e instrucciones precisas sobre lo que tiene que hacer o puede influir espontaneamente según el ritmo y los intereses del alumno. El profesor puede convertirse en un supervisor-colaborador del alumno, que pasea por el aula y respponde a las dudas de los estudiantes. Lo importante es corregir el proceso de la redacción; es decir que lo que se pretende es que el alumno mejore sus hábitos de composición.

El papel del profesor consiste ey mostrarle los errores o puntos flojos ,etc.